lunes, 11 de agosto de 2014

La realidad.



Finjo que no te echo de menos, que no me gusta estar contigo, que no te necesito, que me da igual si te vas o te quedas. Pero, ¿a quién engaño? Si me muero de ganas de que me quieras, de ser importante para ti, de tener aunque sea un pequeño hueco en tu corazón. Pero nada. Sigo sonriendo a mis amigos y llorando a mi almohada. ¿Cómo me olvidaste tan pronto? Yo no te puedo sacar de mi cabeza ni un puto segundo. Y es lo que más me jode, que te quiero pero no debo. Que te necesito pero no quiero. Que, joder, que te extraño. Que no puedo estar sin ti mucho más tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario